Cuatro varas

Qué magnífica noticia

Tengo una gran noticia que dar a mis amigos nacionalistas, que estoy seguro que les ayudará a superar estos difíciles momentos. Es esta: ¡sois iguales que yo! ¡Es maravilloso! Y lo magnífico no está en que yo sea especial, no: ¡lo magnífico es que no lo sois vosotros! Somos ciudadanos libres e iguales de un gran país en la parte más privilegiada del planeta, donde con esfuerzo y un poco de suerte podremos colmar razonablemente nuestras aspiraciones personales, sean cuales sean dentro de lo legal y lo factible, como lo podrán hacer nuestros hijos. Nos movemos por el mundo para trabajar o viajar con un pasaporte que vale oro. Libres e iguales. Qué peso os podéis quitar de encima, el de tener que ser especiales. Diferentes. Sois libres e iguales: ¿no es maravilloso?

Seguridad jurídica

No me convence cómo se cuenta lo de las sociedades que trasladan el domicilio fuera de Cataluña. Si yo estuviera sentado en un Consejo en el que se debatiera eso lo que más me preocuparía no sería que tras una declaración de independencia de Puigdemont o del Parlament se dejara de aplicar la ley española o la comunitaria europea a la sociedad. No sería lo que más me preocuparía porque simplemente no será así: aun en el caso extremo de que dentro de un rato Puigdemont leyera una declaración de independencia redactada por la CUP, mañana la ley aplicable en Cataluña seguirá siendo la misma que ayer. Y los jueces, también. “Quedarse fuera del paraguas del Banco Central Europeo”: eso no le pasará a ningún banco con sede en Cataluña porque mañana Cataluña seguirá siendo una comunidad autónoma española. El motivo por el que yo votaría a favor de trasladar el domicilio social a otra comunidad autónoma española es porque la Comunidad Autónoma de Cataluña es hoy un esperpéntico desastre. Porque, en ese escenario de declaraciones de lo que sea, nadie me asegura que pasado mañana un funcionario del Registro Mercantil no me va a poner problemas para inscribir una escritura porque no esté en catalán o porque no haya liquidado un impuesto inventado; porque puedo ser objeto de inspecciones o sanciones por cualquier arbitrariedad de quienes retengan poderes de facto; porque, como dice Carothers, “law is also a normative system that resides in the minds of the citizens of a society” y parece que la ley en Cataluña se ha desinstalado de la cabeza de mucha gente. Para ellos la canción de The Clash: “I Fought The Law And The Law Won”.

Es una gran ventaja que la ley permita fácilmente cambiar el domicilio, incluso, o sobre todo, para quienes defienden el federalismo fiscal y la competencia entre comunidades.

El demos

Poco se habla, a mi juicio, sobre quiénes son los catalanes. En esta cosa del secesionismo y el “demos”, me refiero. Lo más aproximado al sujeto político “los catalanes” sería para ellos, resumidamente, el conjunto de ciudadanos llamados a votar en unas autonómicas catalanas, y el primer elemento de la definición necesariamente será “ciudadano español” (luego vendrá que sea mayor de edad, que no esté inhabilitado, que tenga un determinado domicilio y no sé qué más porque no lo estoy mirando). O sea, que el tipo indiscutiblemente catalán que vive hace 20 años en Vigo o en Valencia no es, a estos efectos, catalán, y sí lo es uno de Lebrija que lleve 15 años así viviendo para la Feria de Abril y para el Betis. Me parece que es tremenda la relevancia que dan los secesionistas a esta cuestión del empadronamiento, tanto para ofrecerle el voto al de Lebrija como para quitárselo a los catalanes que viven en Galicia, un suponer. Y ni te digo para ignorar en su soberanía a los de Zaragoza, aunque tengan un apartamento en Salou. Pero, claro, es que si hubiera que hacer un censo de catalanes de verdad se notaría mucho lo que Vargas Llosa llama la peste.

Las adversativas

He decidido no usar adversativas en los asuntos que me parecen verdaderamente importantes, como este. Aunque me cueste.

Ficciones

Lo que hay abajo transcrito es un extracto del laudo del TAS en el caso 2016/A/4462 Hellas Verona FC v FK Donji Srem.

Voy a reproducir lo que pone al final de la transcripción: “Donji Srem’s commitment as a “seller” was to consent to the termination of the employment contract with the Player, and Hellas Verona’s commitment as the “buyer” was to pay EUR 300,000 for that consent”.

Clarito, clarito: un transfer fee es la indemnización que paga el nuevo club al anterior por la extinción (o la suspensión; o incluso la cesión, según dice este laudo) del contrato de trabajo del futbolista.

No sé, a mí me parece que lo dice bastante claro. Eso sí, me parece reprochable que diga que no hay ventas ni compras y lo resuelva utilizando exactamente esos términos, así como avergonzadamente, entre comillas.

Transcript

The Panel recalled the considerations made in the award of case CAS 2010/A/2098, according to which, in the world of professional football, the term “sale” is used inaccurately as in fact it is not possible to describe the transfer of a player from a club to another in terms of a sale (or the contract entered into by the old and the new club as a sale contract) in the same way as one could refer to the sale of goods or other property. That it was inconceivable for clubs to have property rights in, or equivalent title, to players, which could be transferred from one entity to another. That in order to make up for this lack of property or title and to establish a “right” which can be transferred, a category of so-called “federative rights” has been identified, i.e. rights stemming from the registration with a football association or league of a player with a club. The “sale” of a player, therefore, is not an agreement affecting a club’s title to a player, transferred from one entity to another against the payment of a purchase price. The transfer consented by the seller, and the price paid in exchange, do not directly consider a property right, but are part of a transaction affecting the employment relation existing between a club and a player, which always require the consent of the “transferred” player and the clubs involved. Through the “sale”, the parties express their consent to the transfer of the right to benefit from the player’s performance, as defined in the employment agreement; which, in turn, is the precondition to obtain the administrative registration of the player with a federation in order to allow the new club to field him. In the context of a “sale” contract, a transfer, being object and purpose of the parties’ consent, can be made in two ways: 50 (i) by way of assignment of the employment contract; and (ii) by way of termination of the employment agreement with the old club and signature of a different employment agreement with the new club. In both cases, the old club expresses its agreement (to the assignment or to the termination of the old employment contract, as the case may be) against receipt of a payment – which substitutes for the loss of the player’s services; the new club accepts the assignment of the existing employment contract or consents to enter into a new contract with the player; and the player consents to move to the new club. The Panel concluded that also in the Agreement, the term “buy-sale” had been used inaccurately and that the parties were well aware that they were not “purchasing” the Player: Donji Srem’s commitment as a “seller” was to consent to the termination of the employment contract with the Player, and Hellas Verona’s commitment as the “buyer” was to pay EUR 300,000 for that consent.

Parábola de Vanderlei

Ayer, Vanderlei Cordeiro da Lima encendió la llama olímpica de los Juegos de Río. El 1 de noviembre de 2004 también me pareció que Brasil era Vanderlei, o Vanderlei, Brasil.

“Es el Brasil un país que anda en estado de permanente marathon, enfrentando esforzadamente cada metro del recorrido hacia sus múltiples metas. Persiguiendo su proverbial futuro, como perseguía el maratonista Vanderlei Cordeiro da Lima la gloria olímpica en Atenas, parece que el sino del país es que a cada tantos esperanzadores pasos por kilómetro se le aparezca también algún que otro Cornélius Horan. Los Cornélius revisten las más variadas formas, orígenes y pelajes, algunos de ellos vienen del exterior y son especialmente virulentos (en forma de crisis argentinas, onces de septiembe y tantos), pero muchos otros se crían en casa.”

El pdf de la publicación en Expansión.

PARABOLA_VANDERLEI

 

Recintos olímpicos

Los amigos de @el_calzador le dan una oportunidad al bloguero brasileño Tiago de Sá Guntinho

el calzador

El cantor y compositor carioca Antonio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim comenzó a frecuentar Estados Unidos en los sesentas gracias al éxito de algunas de sus piezas (“Garota de Ipanema”, por ejemplo). Con el tiempo, Tom Jobim llegaría incluso a vivir a caballo entre Nueva York y Río de Janeiro: “vivir en Nueva York está muy bien pero es una mierda; vivir en Río es una mierda pero está muy bien”.

São Sebastião do Rio de Janeiro, donde nada es lo que parece. O descaradamente sí. Donde lo sibilante se convierte en fricativo palatoalveolar. La maldición de la magia de ese bendito lugar, la bendición mágica de ese maldito lugar o yo qué sé. Fascinar, en cualquier acepción de la RAE.

Sostiene el reputado lusista Tiago de Sá Guntinho que el trilerismo que impregna la ciudad data al menos de cuando el portugués Gaspar de Lemos arriba a la…

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Como dicen en Brasil, “presente de grego” (cuando a mí lo que de momento más me afecta es que mi ahorro está en euros)

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Sobre la crisis griega

Facts (ordenados cronológicamente, y sólo los recientes):

1. Me indigno con el borrador de propuesta de la contraparte

2. Convoco referéndum

3. Hago contrapropuesta casi igual al borrador que he rechazado

4. Contraparte flipa

5. Gano referéndum

Y ahora, conjetura:

6. Reitero la contrapropuesta (remember: casi igual al borrador por el que me indigné y monté la mundial)

7. Daño generalizado (cae el euro, no se afrontan reformas estructurales, crece intervención política, no disminuyen situaciones de pobreza… y no sólo en Grecia)

8. La contraparte acepta la contrapropuesta para evitar mal mayor

9. Mi colega y yo nos relamemos el ego

10. Salimos en “Juego de Tronos” y nos estudian en las Facultades de Políticas

Actualizaciones:

11. 6 de julio: parte de lo de relamerse es que mi colega hace como que se va